A partir de los dos años, podemos incluir coloridos juguetes para encastrar y apilar, como los elementos Arco Iris, Olas, Rocas y Fuego, que vienen en distintos tamaños. También tenemos los Bloques de Construcción de inspiración Waldorf, sencillas formas geométricas que abren un gran abanico de posibilidades a la hora de jugar y construir. Estos juguetes no son exclusivos de esta edad, ya que pueden acompañar el juego durante largos años, sin perder vigencia.
Desde los cuatro años, el juego de encastre Átomos permite construir con cubos y varillas de madera, involucrando movimientos manuales más precisos y ayudando a comprender conceptos geométricos, matemáticos y físicos de forma intuitiva.
A partir de los dos años, podemos ofrecerles el Mono Trepador. Tiramos de las cuerdas y un mono de madera comenzará a trepar. Facilita la comprensión de causa y efecto, reflejando la acción de tirar directamente en el movimiento del mono.
Cerca de los tres años, cuando sus movimientos son más suaves y controlados, aparece el Rino Caminador, que permite descubrir el plano inclinado y la ley de causa- efecto a través de la acción y observación.
Entre los bloques y juegos de construcción, encontramos propuestas que involucran personajes, que invitan a imaginar cuentos y situaciones, impulsando movimientos motrices cada vez más finos y controlados, destinados a que el protagonista suba al barco, trepe el edificio o se relacione con otros personajes.
Encontramos así los autitos combinados… Autito Deportivo Combinado, Autito de Paseo Combinado, Autito de Carreras Combinado. De madera maciza y terminación suave y natural, propician el juego simbólico, la incorporación de conceptos de velocidad y la motricidad fina.
Juegos como Bestiario y Había Una Vez, proveen las piezas para imaginar y construir nuevos personajes, inspirados a partir de formas sencillas como una corona o un sombrero. De madera natural, ofrecen la posibilidad de poder dibujarlos y pintarlos.
Otros juegos incluyen ya ilustraciones detalladas que nos dan una idea más concreta de los personajes y su entorno, como en los kits de Paisaje Marino, Paisaje Alpino y Paisaje Urbano. Invitan a contar nuevas historias y a pintar las piezas de madera natural.
Una propuesta diferente es el Teatro de Puerta, que ocupa poco espacio en casa y que pueden usar como escenario para crear con sus títeres. Jugar con títeres es una actividad muy recomendada para estimular la psicomotricidad fina.
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Fomentar que dibujen y pinten es positivo para estimular las habilidades motrices, que preparan y acompañan en el aprendizaje de la escritura.
Proponemos las Figuras Pizarras, que permiten combinar formas y dibujar con tizas lo que deseen, pudiendo luego borrarlas y recomenzar el juego una y otra vez.
La Cámara de Fotos, además de invitar a la exploración y el juego simbólico, trae en el dorso una cara para dibujar con tizas la foto que han tomado con su imaginación.
Otro juguete que adoran es Arte Friend, un simpático robot de madera que trae pinceles y pinturas para personalizarlo, además de un tramo de tela que puede ser utilizado como capa de superhéroe o complemento.
Geniales para estimular los sentidos y potenciar la creatividad junto con la motricidad fina, son los juguetes que invitan a combinar diferentes formas, colores o texturas.
Encontramos así Chico para Vestir – Chica Morena para Vestir – Chica Pelirroja para Vestir – Chica Rubia para Vestir, personajes con retazos de tela variados, que, al colocar con maestría y buen ojo, permitirán generar combinaciones de prendas muy creativas y coloridas.
También ofrecemos comiditas de tela para combinar ingredientes, como Pastas, Pizza y Sándwiches. Armarán comidas a gusto de cada uno, una y otra vez, perfeccionando a cada momento la precisión y los movimientos de los dedos.
Si te interesa conocer juguetes seguros para fomentar la motricidad fina antes de cumplir los dos años, te invitamos a leer Encuentra el juguete ideal para desarrollar la motricidad fina.
